Sumario: | La homogenización de las diferencias entre los estudiantes que ha permitido la escuela moderna -con la interpretación que hizo del ideal pansófico de la educación “enseñad todo a todos”, como “enseñad todo a todos de la misma manera”, ha potenciado la presunción de un hombre genérico-sano; este ideal a su vez ha permitido que todo aquel que no cumpla los parámetros exigidos desde dicha presunción, quede por fuera de esta categoría y ha posibilitado además, el fortalecimiento del binario normalidad-anormalidad. El fortalecimiento que han tenido dichos conceptos -normalidad y anormalidad- ha permitido, que se establezca lo que Skliar (2005) ha denominado la alteridad deficiente y que no puedan participar aquellos que se consideran anormales o deficientes. La mirada al sujeto desde esta postura, ha generado entonces que se divida la población en dos: los que pueden acceder y los que no lo pueden hacer, o como lo plantean Jiménez y Aguado (2002) ha posibilitado la construcción de endogrupos (los de adentro) y de exogrupos (los de afuera). Esta condición -de discriminación y obviamente de exclusión- ha hecho que estos grupos se movilicen buscando su reconocimiento, tal es el caso de la población que ha sido considerada en situación de discapacidad. El reconocimiento de estos sujetos como sujetos y como sujetos de derecho, llevaría entonces a que las sociedades asuman procesos de integración o de inclusión - en el caso que ocupa, educativa- de las personas que han estado por fuera. A la par que se inicia dicho proceso en el país, se moviliza la realización de algunas investigaciones, luego de una revisión del estado del arte de éstas, se puede plantear en un primer momento que la investigación existente está aún anclada en la postura europea -actitud, eficacia y descripción de experiencias con algún énfasis-. En un segundo momento se puede determinar que en las diferentes regiones la investigación ha tenido las mismas prioridades: Varias de estas investigaciones hacen referencia a los procesos de integración de los niños con discapacidad cognitiva (retardo mental), dejando de lado a los niños y a las niñas en situación de discapacidad por otras deficiencias: limitaciones visuales, auditivas y motrices (Correa, Múnera & Betancur, 1992; Soto, Ramos & Patiño, 1995; Bustillo, Jatib & Jinet, 1995; Aristizábal, Escobar & Quintero, 1995). Para terminar planteando que un gran número de las investigaciones realizadas se detienen a describir qué pasa en el aula con los niños y niñas integrados, mirado sólo desde un área o proceso específico: aprendizaje de las matemáticas, lectura, escritura (Correa, Múnera & Betancur, 1992), otras, tratan de medir la eficacia de algunas propuestas (Soto, Ramos & Patiño, 1995; Bustillo, Jatib & Jinet, 1995; Molina, Pedrosa & Pagano, 1996; Cardona, Chopercia & Palacio, 1997), y algunas se han dedicado a describir las actitudes de los docentes (Cardona, Martínez & Torres, 1995). Como se puede ver la investigación sobre este tópico en el país se está iniciando; hacen falta investigaciones que pretendan reflexionar el impacto en la calidad de vida de los estudiantes integrados y de sus familias, la comparación de las experiencias de integración de acuerdo con algunas categorías, la postura conceptual o metodológica en que éstas se basan, el paso que se está dando al tratar de trascender las propuestas de integración a propuestas de inclusión educativa y sobre todo las nubes de significados que, sobre el terma circulan en esos espacios institucionales. Es por todo lo anterior que la presente investigación se propone comprender las nubes de significados que existen en cinco experiencias consideradas en el 2001 y el 2004 como significativas en torno a la atención de esta población Tratando de responder a ésta necesidad investigativa, el presente estudio pretende develar, entonces ¿Cuáles son los significados que subyacen a las comprensiones que existen en las cinco experiencias consideradas como significativas en el país, que atienden niños y niñas y jóvenes considerados con necesidades educativas especiales? De acuerdo al interés comprensivo-interpretativo del estudio, el método escogido fue la teoría fundada, la cual es descrita como un modo de hacer análisis que trata de identificar los procesos básicos en la interacción. El propósito de la presente investigación fue producir teoría sobre los significados que subyacen a las comprensiones que tienen los diferentes actores de las cinco instituciones. Dicha construcción teórica se realizó, a través del análisis de las categorías que fueron emergiendo en la aplicación de las entrevistas y a través de la saturación de éstas. Entre las tensiones y rupturas se emergen se encuentran tres cosas: 1) la compresión de dicho proceso como integración o como inclusión; 2) la continuidad de la mirada al sujeto-estudiante desde el déficit; 3) la continuidad con más de lo mismo en las prácticas educativas que se realizan con esta población. En el análisis se perfilaron tres ejes temáticos de gran interés para los actores abordados, de los cuales emergieron tres categorías centrales o super códigos que direccionaron la construcción teórica realizada. La primera categoría se denominó: La completad del sujeto desde los restos, el hilo conductor dentro de esta investigación fue el análisis sobre la comprensión del sujeto, del sujeto que antes fuera considerado objeto de la educación especial y que hoy irrumpe en las aulas de las escuelas del mundo de la vida en procesos que se han denominado de integración o de inclusión; sujeto que a pesar de estar hoy en las aulas de los colegios oficiales sigue siendo considerado desde el déficit y no desde su potencialidad: sujeto con síndrome de down, con necesidades educativas especiales entre otras; pero emerge también la comprensión de éste como sujeto de derecho, comprensión que insinúa un cambio de mirada al sujeto: sujeto político. Para la denominación de la segunda categoría se utilizó un código in vivo: juntos pero no revueltos: integración e inclusión; En esta se evidencia cómo tres de las instituciones se comprenden integradoras y dos inclusoras. A pesar de éstas ubicarse en uno de los dos procesos, en las instituciones se vive más de lo mismo, es decir siguen basadas en el déficit de la población y aunque las inclusotas tienen algunos avances en la comprensión del otro como otro, la mayoría de las veces lo comprenden como otro deficitario lo que permite que las prácticas educativas sigan basadas en la necesidad y no en la potencialidad. La práctica pedagógica como el mundo del “ES” en lugar de debería “SER - tercera categoría- refiere como las prácticas educativas se han apropiado sobre el discurso del deficit a pesar de comprender teóricamente la diferencia, las instituciones continúan flexibilizando algunos procesos, pero las formas de funcionamiento de estos discursos en las instituciones siguen colonizados por el déficit, haciendo que se realicen prácticas ortodoxas que potencian la comprensión de la alteridad, pero de una alteridad deficiente.
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