El rol del mediador medieval: actualidad de algunas habilidades negociadoras. ¿Qué nos enseña la historia de la mediación papal en la optimización el rol del facilitador en la resolución de conflictos?

La experiencia demuestra que hay una enorme ventaja y una alta probabilidad de llegar al acuerdo si la mediación es liderada por un facilitador con formación en variadas disciplinas. En las mediaciones más cotidianas, como en las esferas de la negociación internacional, se requieren habilidades y pr...

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Detalles Bibliográficos
Autores principales: Carbó, Laura Marcela, Pérez, Claudia
Formato: info:eu-repo/semantics/conferenceObject
Lenguaje:Español
Publicado: Hemisferio Derecho 2015
Materias:
Acceso en línea:http://repositoriodigital.uns.edu.ar/handle/123456789/2829
http://biblioteca-repositorio.clacso.edu.ar/handle/CLACSO/32887
Descripción
Sumario:La experiencia demuestra que hay una enorme ventaja y una alta probabilidad de llegar al acuerdo si la mediación es liderada por un facilitador con formación en variadas disciplinas. En las mediaciones más cotidianas, como en las esferas de la negociación internacional, se requieren habilidades y preparación para afrontar las vicisitudes específicas que se presenten, fundamentalmente para lograr una comunicación más eficiente y una habilidad para producir una posición activa en el conflicto. Las mediaciones medievales de la Castilla del siglo XIV y XV nos muestran a los enviados papales en acción, liderando un trabajo en equipo, con conocimiento y utilización apropiada de las reglas y prácticas consagradas por el uso para guiar el proceso de resolución de disputas. Poseen gran habilidad para la adaptación a los requerimientos que se susciten a lo largo de las conversaciones y la vocación para generar confianza y credibilidad en su accionar. Son capaces de pasar del rol de facilitadores de la comunicación, es decir, de la misión más acotada de llevar y traer mensajes y abrir canales de diálogo, a un compromiso más activo, con la utilización de todo su poder para llevar a las partes al acuerdo. Y si la mediación fracasa en todos o en algunos de sus puntos, siempre esgrime la opción de seguir en el ruedo de la negociación a través de un arbitraje, recurso pautado de antemano con las partes. El objetivo de la ponencia es describir el rol del mediador medieval, en este caso los enviados papales, que ponen en ejecución una serie de habilidades, fundadas en una formación sólida y un compromiso con la comunidad de carácter trascendente y profano a la vez. Estas destrezas para asistir a los pueblos en la búsqueda de la concordia, son cualidades que el mediador actual debería indagar y experimentar, en la exploración de recursos para lograr mejores y más perdurables resultados. Estas rutinas que se han practicado una y otra vez, para convencer a las partes en conflicto de que existe un futuro alternativo, más favorable que seguir confrontando, deberían ser como un laboratorio de ideas que ayuden a abrir la mirada hacia viejas opciones que podrían adecuarse para actuar en un presente complejo y cambiante. Más allá de los éxitos obtenidos por los mediadores medievales, que pueden ser discutibles y controvertidos, nos interesa indagar sobre las habilidades puestas en marcha y las prácticas ensayadas con perseverancia para encontrar una solución a los problemas.