Sumario: | Con el presente trabajo de investigación, he querido aportar algunas bases que ayuden a encontrar un hilo conductor entre la formulación de las políticas y las necesidades, intereses y expectativas de la población. Los jóvenes, a quien a diario vemos desde nuestro palco de adultos, se suelen percibir como personas en riesgo, con una alta vulnerabilidad hacia la presencia de enfermedades de transmisión sexual, embarazos de adolescentes, una cierta tendencia por el consumo de sustancias psicoactivas y una cercanía pavorosa con la violencia. Y las políticas formuladas por los adultos responden más a sus miedos y saberes que a las necesidades sentidas por los popios jóvenes. En este sentido, he decidido abordar el problema a través de las representaciones sociales que tienen los jóvenes en relacion con la salud en el presente trabajo, para encontrar propuestas que ayuden a generar un mayor impacto en la salud de los jóvenes de Manizales. La inquietud que genera esta investigación parte del convencimiento de que es necesario escuchar la voz de los jóvenes para tener una visión integral de sus problemas y sus demandas de atención. Los resultados más relevantes de la investigación permiten comprender que las representaciones que orientan la experiencia de vida de los jóvenes frente a la salud parten de una visión amplia de ver el mundo, por lo que definen la salud como un estado de equlibrio entre lo mental, lo material, lo espiritual, lo emocional y lo moral con proyección a lo social. El trabajo es una de las actividades que los jovenes consideran saludables pero al mismo tiempo uno de los requisitos para lograr la salud, dado que genera libertad y autonomía. La salud tiene que ver con la violencia, con los derechos humanos y con la paz “la salud es al individuo, como la paz es la colectivo”.
|