La investigación como creatividad

Cuando nos decidimos a iniciar una investigación, en todos y cada uno de los ámbitos de la cultura, nos enfrentamos al desafío de no confiar en nuestras certezas... escuchemos entonces las advertencias de los espíritus libres: Gaston Bachelard fue una de las mentes más lúcidas que nos ha dado el uni...

Descripción completa

Detalles Bibliográficos
Autor principal: Vilariño, María Cristina
Formato: info:eu-repo/semantics/conferenceObject
Lenguaje:Español
Publicado: Hemisferio Derecho. 2015
Materias:
Acceso en línea:http://repositoriodigital.uns.edu.ar/handle/123456789/3183
http://biblioteca-repositorio.clacso.edu.ar/handle/CLACSO/32316
Descripción
Sumario:Cuando nos decidimos a iniciar una investigación, en todos y cada uno de los ámbitos de la cultura, nos enfrentamos al desafío de no confiar en nuestras certezas... escuchemos entonces las advertencias de los espíritus libres: Gaston Bachelard fue una de las mentes más lúcidas que nos ha dado el universo de las ciencias y las artes, su apertura y la lucha contra los prejuicios al momento de comenzar una nueva búsqueda lo sitúan en aquel espacio donde sólo acceden quienes piensan en libertad y creativamente. El objetivo que me propongo es, una vez propuesto un autor poco estudiado como Henri Bergson, aprender a despojarse de todo preconcepto y reconsiderar lo que damos por sabido, ya que en el momento de enfrentarnos a temas inexplorados del saber debemos “ir en contra de un conocimiento anterior, destruyendo saberes mal adquiridos o superando aquello que, en el espíritu mismo, obstaculiza a la espiritualización.” Bachelard sostenía fervientemente que las causas de estancamiento y hasta de retroceso en el avance del conocimiento, no provienen de impedimentos externos dados por la complejidad de los fenómenos, sino por aquello que llamó obstáculo epistemológico. Y es que frente al misterio de lo real, lo que cree saberse claramente ofusca lo que debería saberse, y cuando ante el estudioso se presenta alguna novedad, el espíritu jamás es joven, “y hasta es muy viejo, pues tiene la edad de sus prejuicios.” El crecimiento espiritual se detiene en presencia de una mentalidad conservadora y reaccionaria, porque hay una disposición a mantenerse en la seguridad de lo que confirma el saber y no en la incomodidad de lo que lo contradice. De manera que hay que tomar conciencia de la tremenda modificación psíquica que se realiza a través de la comprensión de una nueva teoría científica, o al hacer contacto con un avance revolucionario en la técnica, o bien frente a descubrimientos que elevan el factor humano dentro de la sociedad. Bergson veía al hombre como la invención más singular de la vida, en tanto en él se han expandido las fuerzas de la diferencia y de la creación, sin embargo, y esto es lo difícil de procesar, sabía que era un lugar de paso, ya que la forma humana podrá ser arrasada por el mismo impulso vital que la ha creado. Aceptar que la evolución no se detiene, que crear es al mismo tiempo aniquilar, es lo que propongo considerar al introducirnos en el pensamiento bergsoniano. (Nietzsche también supo decir que en el acto de destruir hay una especie de construcción. Se hace filosofía a martillazos.) Es así que tanto Nietzsche como Henri Bergson, aplicaban a la filosofía el mismo enfoque que Bachelard daba a las ciencias: promovían la apertura del pensamiento para convertir toda investigación en una verdadera actividad plástica, una tarea que hiciera de la creatividad, la categoría primera e insustituible.