'No me digas nada: yo te diré quién eres': El engranaje de la estereotipa y el horror ocampianos

En los cuentos de Silvina Ocampo, el horror y el humor resultan a menudo indisociables. En cada una de sus versiones (chiste, parodia, sátira) el rasgo de humor conjura el efecto perturbador que produce la aparición súbita del motivo de horror. El estereotipo, componente esencial de la sátira ocampi...

Descripción completa

Detalles Bibliográficos
Autor principal: Zapata, Mónica
Formato: info:eu-repo/semantics/article
Lenguaje:Español
Publicado: Centro de Estudios de Teoría y Crítica Literaria, IdIHCS - CONICET. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación. UNLP 2004
Acceso en línea:https://www.orbistertius.unlp.edu.ar/article/view/OTv09n10d05
http://biblioteca-repositorio.clacso.edu.ar/handle/CLACSO/27338
Descripción
Sumario:En los cuentos de Silvina Ocampo, el horror y el humor resultan a menudo indisociables. En cada una de sus versiones (chiste, parodia, sátira) el rasgo de humor conjura el efecto perturbador que produce la aparición súbita del motivo de horror. El estereotipo, componente esencial de la sátira ocampiana, juega con la ambigüedad, tanto a nivel de los personajes como para el alcance pragmático de los relatos. Potencialmente peligroso y despreciable, el estereotipo es fuente de cohesión social: cuando, privados de conocimientos empí­ricos, nos remitimos a fuentes de segunda mano y asimilamos imágenes de manera indiscriminada porque “así­ lo quiere la tradición” , apelamos al estereotipo, que nos conforta en la sensación de pertenecer a un cuerpo social solidario... y nos aleja del cuerpo. A nivel de los textos ocampianos, para que el estereotipo sea eficaz y logre hacer reí­r a pesar de la presencia obvia del horror (cuerpos deformes, crí­menes, violaciones...) debe poder ser reconocido por un público advertido. Sin embargo, el vértigo que produce la oscilación entre lo familiar y lo que “no soy yo” alcanzará probablemente también a un lector extranjero