VI Jornadas de Estudiantes, tesistas y becarixs : las ciencias sociales en la encrucijada actual : aportes y potencialidades de nuestro campo para complejizar la realidad actual

"... Aquí hay muchísima gente joven y es un enorme gusto hablar con las nuevas generaciones. Somos de aquella gente que creemos que el conocimiento debe renovarse. No hay absolutamente otra condición de posibilidad si no hay una nueva generación que se encargue del conocimiento. Tal como Adr...

Descripción completa

Detalles Bibliográficos
Autores principales: Almada, Luciana (comp.), Bizarro, Valeria (comp.), Barrancos, Dora (prolog.)
Formato: Conferencia
Lenguaje:Español
Publicado: Facultad de Ciencias Sociales. Centro de Estudios Avanzados 2021
Materias:
Acceso en línea:http://hdl.handle.net/11086/19370
http://biblioteca-repositorio.clacso.edu.ar/handle/CLACSO/24569
Descripción
Sumario:"... Aquí hay muchísima gente joven y es un enorme gusto hablar con las nuevas generaciones. Somos de aquella gente que creemos que el conocimiento debe renovarse. No hay absolutamente otra condición de posibilidad si no hay una nueva generación que se encargue del conocimiento. Tal como Adriana Boria y Guadalupe Molina me pidieron e, inclusive, como el propio título de la jornada señala, voy a encarar la cuestión de la dificultad de la coyuntura en el orden de lo que hemos denominado de manera caricatural, pero no por ello menos dramática, de “bullying contra las ciencias sociales y las humanidades”. Esta cuestión ha estado muy persistente desde por lo menos hace más de un año, desde el momento en que se produjo una ruptura, cuando el CONICET no incorporó a alrededor de 450 nuevas/nuevos investigadores en el salto que va de 2015 al 2016. Es en ese momento en el que se exacerba una oposición más o menos pública (digo esto porque en algunos casos es todo un desafío para las/los comunicólogos saber cuál es la índole de un ejército de trolls). Pero hubo una cuestión mucho más desapacible: la hostilidad provino sobre todo de mensajes más autorizados a propósito de las circunstancias gratuitas, ociosas de nuestras disciplinas en orden a los tópicos que atendía. El problema es que contribuyeron a horadar lo que constituía el “sistema de respetabilidad”, por decirlo así, de las ciencias sociales y las humanidades en muy poco tiempo. Se desató una hostilidad que fermentó sobre otra circunstancia, también muy inquietante, sobre la que me detendré, que pretende dividir a las ciencias entre ciencias básicas y ciencias aplicadas; y esto con base en una pretensión epistemológica muy arcaica y hasta poco razonable en el cauce del siglo XIX, que es el cauce de creación de todas las ciencias, incluidas nuestras ciencias sociales y las humanidades. Voy a recordar la creación de la disciplina histórica hacia 1820, la sociología un poco más tarde y del momento del surgimiento disciplinario de la antropología, por situar el surgimiento de algunas de las ciencias sociales y de las ciencias humanas. A lo que me refiero es que se volvió sobre una perspectiva que no había tenido mucha posibilidad incluso en el siglo XIX, que era la divergencia entre ciencia básica y ciencia aplicada. Podemos volver a reexaminar qué categoría de poder tiene la ciencia en el siglo XIX, pero en general había un estado de presunción de que una ciencia no se daba sin la otra. Todas las ciencias han sido básicas y aplicadas, aún porque las denominadas ciencias básicas tienen derivas notables, que son aquellas de los actos consecutivos de conocer y de aproximarnos a la plausibilidad racional que deriva en conocimientos que no estaban previstos