Sinestesia cromática

Desde tiempos inmemorables, el ser humano, sensible y hambriento de sensaciones se ha definido en el contexto histórico a través de manifestaciones artísticas tan intimas, como la música y la pintura. Destacando la impresión de la naturaleza y la manera en que sus pupilas y oídos interpretan el mund...

Descripción completa

Detalles Bibliográficos
Autor principal: García Ramírez, Edwing Antonio
Otros Autores: Hernández González, Adolfo
Formato: info:eu-repo/semantics/bachelorThesis
Lenguaje:Español
Publicado: Universidad Autónoma de Bucaramanga UNAB 2020
Materias:
Acceso en línea:http://hdl.handle.net/20.500.12749/1103
http://biblioteca-repositorio.clacso.edu.ar/handle/CLACSO/20761
Descripción
Sumario:Desde tiempos inmemorables, el ser humano, sensible y hambriento de sensaciones se ha definido en el contexto histórico a través de manifestaciones artísticas tan intimas, como la música y la pintura. Destacando la impresión de la naturaleza y la manera en que sus pupilas y oídos interpretan el mundo en el que se comportan. Si bien la música ha estado implícita en la evolución humana, casi desde el momento en que el ser se reconoció a sí mismo como racional y capaz de discernir entre lo ético y lo estético, otorgando la capacidad de descubrir sus deleites y disfrutar de ellos; el color ha sido también un emisario de emociones y sensaciones que ha aportado generosamente sus dotes en la búsqueda de la expresión pura. Isaac Newton, con su “Opticks”, se atrevió por primera vez a tratar de sustraer el color y reconocerlo en un ámbito abstracto, en el que la exclusión del sujeto permite una interpretación no limitada por la subjetividad de este y el color puede ser tratado como una entidad constituida en sí misma. De la descomposición de la luz blanca a través de un prisma, aparece entonces por primera vez el concepto de espectro en el ámbito de la óptica y Newton, influenciado por antiguas creencias griegas, que sugerían relaciones entre los colores y las notas musicales, los cuerpos en el sistema solar y los días de la semana; resalta siete colores en particular: rojo, naranja, amarillo, verde azul índigo y violeta. Posteriormente la abstracción del color que impulso tendencias pictóricas más contemporáneas, (como el impresionismo y el simbolismo) logró un contacto más cercano entre el artista y su obra, llevándola a diversos niveles sensoriales al constituirse en un contenido diferente a cada individuo y se suscitaron nuevos criterios ante el color, hecho incipiente en la carrera de Sergei Eisenstein, quien revolucionó el cine al asumir la edición como un medio para manipular las emociones de su audiencia y a su pensamiento intelectual basado en la contemporaneidad, como lo demuestra en este fragmento de su razonamiento: "No hay que obedecer una ley que lo abarque todo en lo que se refiere a significados y correspondencias absolutas entre colores y sonidos, y a relaciones absolutas entre éstos y emociones concretas; por el contrario, significa que nosotros mismos decidimos qué colores y sonidos servirán más para la expresión o emoción que necesitemos".