Sumario: | Los textos presentados reflejan de muy buena manera la tradición del pensamiento social y de producción sociológica que interesa en ALAS. Su diversidad y sus oscilaciones, que los acercan o alejan de las formas hegemónicas de producción de conocimientos, son un claro signo de la porfiada complejidad social que nos acompaña. Desde Latinoamérica y Caribe podría contribuirse con mucha evidencia comparativa sobre, por ejemplo, los conflictos, desigualdades y precariedades sociales y su tratamiento -temas que bien van conociendo y experimentando europeos, chinos y estadounidenses. También con estudios sobre los efectos sociales que se relacionan con rápidos e inequitativos crecimientos económicos que han dado lugar al creciente protagonismo político de los sectores medios emergentes, sobre las vulnerabilidades de la variante neoliberal del capitalismo contemporáneo, o de cómo las aspiraciones de los individuos y sus familias se procesan con mejores posiciones de consumo dando lugar a vidas cotidianas que se desenvuelven, sin respiro, bajo un futuro pleno de incertidumbres. Así el pensamiento social y las ciencias sociales regionales podrían hacer importantes aportes e incluso anticipar tendencias globales.
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