| Sumario: | Don Pedro Grases afirmaba alguna vez que uno de los senderos de estudio factibles de arrojar luz sobre la obra de Simón Rodríguez podría ser aquél que indagara en el universo sicológico de nuestro autor. Y no otra parece ser la tentativa de Gregorio Bonmati. Exponiendo a fondo todas las posibilidades actuales del montaje teatral, Bonmatí nos ha entregado una pieza compleja, ambiciosa, diriase por momentos enciclopédica, cuya permanente y única linea de fuerza parece residir en la dimensión del gran personaje. Todo lo que de oscuro hay en Simón Rodríguez, todo lo que apunta a una biografiá sombrío, parece hallar aquí su reverso, parece hallar el preciso caldo de cultivo donde la ficción se hincha hasta desplazar con maestría a la historia. Con Rodríguez Bonmati no solo nos entrega una de las piezas teatrales más trascendentes de los últimos tiempos sino que también reivindica para nuestra imaginación a uno de los venezolanos mas universales y, paradójicamente, desconocidos de nuestro siglo XIX.
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