Sumario: | Mientras en México se sigue apostando por megaproyectos como presas, que ya han dejado de pensarse como la solución en los países desarrollados, la inversión que supone la construcción y mantenimiento de la infraestructura en redes de distribución que tanta falta hace, continúa siendo un costo que los gobiernos locales no han podido, o no han querido asumir. La solución, con miras a muy corto plazo, ha sido la de sobreexplotar acuíferos en zonas con poca agua superficial, propiciando un desequilibrio en el ciclo natural del agua, pues se saca más de la que se recarga. Situación que empeora por la presencia de industrias que además de realizar un uso intensivo del agua potable, vierten muchos metales altamente contaminantes que afectan la salud de los habitantes cercanos a ríos como el Santiago. Sobre estas cuestiones dialogamos con Elvira Medina Alvarado, Doctora en Agua y Energía especialista en legislación; y Lizette Santana Belmont, Antropóloga que actualmente realiza una estancia postdoctoral en el CIESAS Occidente. Si bien se sigue pensando en una gestión integral del agua para dar solución a los problemas que vive no solamente el medio urbano sino también el rural, la pregunta es ¿quién debería llevar a cabo esta gestión? ¿Los gobiernos que ven limitados sus recursos para invertir en la solución al problema de la escasez, la contaminación y la distribución de este vital líquido; o las empresas que ven detrás de todo esto un lucrativo negocio?
|