Sumario: | El objetivo de este artículo es analizar el perfil del Estado mexicano a partir de la economía política del encarcelamiento y la materialidad simbólica del repunte penal cuestionando la posibilidad de ubicarlo como parte del fenómeno de la "Ola Punitiva". Para ello, el artículo se divide en tres apartados. El primero hace referencia a la materialidad simbólica del Estado punitivo donde se figura la responsabilidad individual estricta como característica ideológica (neo)liberal. El segundo expone el núcleo central de la economía política del encarcelamiento relacionando el mercado laboral y los cambios del valor social atribuido a la fuerza de trabajo frente a las transformaciones estructurales en el sistema de producción capitalista. El tercer apartado, por medio de una revisión bibliográfica y documental, reúne un mapeo del escenario latinoamericano caracterizando en las últimas 4 décadas el repunte punitivo en México. Aunque las tasas de encarcelamiento en México sean bajas en comparación con otros países de porte similar, se debe considerar otros elementos de configuración y disciplina de la fuerza de trabajo como la contención y el exterminio. El Estado Penal Mexicano sostuvo en poco tiempo la legitimación de un mando gubernamental centralizado, que está envuelto en una base de asimetría de poder coercitivo entre las esferas municipales, estatales y federales. Estaría conformado así, en términos hobbesianos, el camino para el leviatán con una soberanía absoluta, un poder indivisible, un enorme aparato represor y, sobre todo, el control ideológico que, a su vez, no se puede desvincular de la expansión de la pobreza (y del narco) y el ascenso de los multimillonarios mexicanos en los últimos años (Esquivel, 2015).
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