Sumario: | La zona sur de Cochabamba, Bolivia, se caracteriza por las condiciones de pobreza y marginación en que viven sus habitantes, y por la presencia de migrantes indígenas llegados tanto de otros centros urbanos, como de áreas rurales del altiplano. En estos barrios, la presencia de iglesias evangélicas y otras denominaciones religiosas es directamente proporcional a la situación de pobreza y marginación que viven sus habitantes (Antequera, 2007). Entendemos la pobreza no sólo como la carencia económica, sino como el resultado de procesos de marginación social, de discriminación cultural y de exclusión política (Antequera, 2007). El objetivo del presente trabajo será mostrar cómo la dinámica de apropiación espacial de las zonas periurbanas, fundada en la pertenencia a una determinada confesión religiosa, reproduce sin proponérselo el círculo de la pobreza, puesto que impide a los miembros de estas organizaciones vecinales confesionales cuestionar las estructuras sociales que generan la pobreza y la exclusión que sufren. Para alcanzar este objetivo mostraremos que la ideología religiosa tiene un doble movimiento: el de congregación y el de segregación. Por una parte, las iglesias logran congregar y hasta dinamizar la organización vecinal. Pero, por otra parte, a la larga la presencia de las iglesias crea una actitud segregacionista y de aislamiento. Se presentarán algunos casos en los que las iglesias evangélicas persuaden a sus miembros de participar en organizaciones vecinales que demandan los derechos básicos.
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