Sumario: | Las mujeres cumplen un rol fundamental en los procesos de liberalización. Su patrón de inserción laboral es funcional a la demanda de trabajo derivada de la liberalización, que exige flexibilidad laboral para reducir los costos y por ese medio incrementar la competitividad de sus productos. Ellas aceptan salarios más bajos y labores a destajo, a domicilio o puestos de fácil entrada y salida debido a la necesidad de combinar trabajo remunerado con familia. El doble (proveedora y cuidadora) o triple rol (sumando el de activista comunitaria) les impide optar por empleos con perspectivas de mejoramiento, con potencial para acceso a tecnología, a capacitación continua y a instancias de negociación laboral que les permitan proteger su empleo y su salario.
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