Sumario: | El texto revela que el Estado y el mercado son los factores dinámicos del desarrollo de las ciencias sociales en América Latina, y abre la pregunta si acaso otras organizaciones pueden involucrarse en la política del conocimiento en los umbrales del siglo XXI. La producción bibliométrica, tanto a nivel individual como en colaboración, ha crecido bastante en América Latina y se espera que crezca aún más. El rol del Estado en México y Argentina es relevante en este sentido, pero la producción no es la esperada y se insiste en que hay que reformular el escenario. Uno de los factores en juego, aparentemente, es la existencia de comunidades cerradas, cuya auto-sustentabilidad les trae beneficios pero también peligro, de autocomplacencia. Algunas sociedades científicas podrían estar en esa situación. Los efectos de la tradición epistémica y política en la bibliometría son diversos. Es decir, no es claro que tradiciones locales de investigación en algunas disciplinas signifiquen que los resultados bibliométricos actuales arrojen una tendencia a la publicación internacional. Ademas, la competencia de mercado en Brasil y Chile ha permitido la expansión de las universidades privadas, que buscan la legitimación académica mediante la publicación indexada. Lo mismo ocurre en Colombia y Argentina. En esas universidades, si se dan las condiciones mínimas para el trabajo académico serio, hay producción, crítica y de calidad. Después de todo, el equipamiento básico para el trabajo científico social es modesto y casi todo consiste en captar al personal idóneo y motivado. Sin embargo, a pesar que existe un dinamismo, las categorías centrales de los títulos de los trabajos reflejan el mainstream de las disciplinas en los países del capitalismo avanzado. Ello, al igual que el caso de las ciencias naturales, cuestiona la pertinencia de las lineas de investigación que la política científica apoya y promueve; pero también cuestiona las prácticas académicas de las comunidades epistémicas locales.
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