En primer lugar me parece muy importante tener en cuenta que, al menos en la perspectiva ecuatoriana, la existencia de ciudades es una condición necesaria pero no suficiente para que existan políticas urbanas; de allí que habría que cuestionar la existencia de políticas urbanas o, al menos, plantearnos si la falta de una política urbana es justamente la existencia de una política urbana. Esta ausencia de políticas urbanas se actualiza en América Latina en un contexto caracterizado por una profunda crisis económica, donde las políticas de ajuste han privilegiado al sector externo de la economía, desmereciendo al resto de las actividades estatales. Tiene prioridad la paridad cambiaria con el dólar, el pago de la deuda externa, la promoción de las exportaciones, etcétera, sobre las políticas internas, las políticas sociales. Por ende las políticas urbanas constituyen un tema de gran importancia que debe, por un lado, ser reivindicado y asumido por nosotros y, por otro, redefinido o explicado.